Risotto de champiñones y parmesano con toque de cava

Un clásico italiano con aire festivo

El risotto es uno de los platos más emblemáticos del norte de Italia, donde el arroz se cocina lentamente para liberar su almidón y crear una textura cremosa y aterciopelada. En celebraciones especiales, como la llegada del Año Nuevo, es habitual sustituir el vino blanco por cava o espumante, aportando un aroma fresco y elegante que realza la suavidad del arroz y los champiñones. Este toque festivo transforma un risotto tradicional en un plato ideal para despedir el año con un sabor cálido y refinado.

Raciones: 4 personas
Tiempo de preparación: 40 minutos

Ingredientes

Para el risotto

  • 320 g de arroz arborio o carnaroli
  • 300 g de champiñones frescos (o mezcla de setas)
  • 1 cebolla pequeña o chalota
  • 2 dientes de ajo
  • 40 g de mantequilla
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 150 ml de cava
  • 1 litro de caldo de verduras o pollo, caliente
  • 80 g de queso parmesano rallado
  • Sal y pimienta
  • Perejil fresco para decorar

Opcional para potenciar el sabor

  • Una cucharadita de mantequilla trufada
  • Un chorrito extra de cava al final
  • Unas láminas de champiñón salteado para decorar

Preparación

Se comienzan limpiando y laminando los champiñones. En una sartén se calientan el aceite y la mantequilla, y se saltean los champiñones hasta que queden dorados y tiernos. Se reservan en un plato. En la misma sartén, se añade un poco más de mantequilla si es necesario y se pocha la cebolla muy picada junto con el ajo, dejando que se ablanden sin llegar a dorarse.

El arroz se incorpora a la sartén y se mezcla con el sofrito hasta que cada grano quede ligeramente nacarado. Se añade el cava y se deja que se evapore el alcohol mientras el arroz lo absorbe lentamente. A partir de este punto, se incorpora el caldo caliente poco a poco, removiendo con frecuencia para que el arroz libere su cremosidad natural.

A mitad de cocción, se agregan los champiñones reservados y se continúa añadiendo caldo hasta que el risotto alcance una textura suave, cremosa y ligeramente al dente. Cuando está en su punto, se retira del fuego y se añade el parmesano rallado, mezclando con suavidad para que se funda por completo. Un pequeño toque de mantequilla trufada o un chorrito extra de cava puede intensificar aún más el aroma festivo.

El risotto se sirve inmediatamente, decorado con perejil fresco picado y, si se desea, algunas láminas de champiñón salteado. El resultado es un plato cremoso, aromático y perfecto para celebrar la llegada del nuevo año.

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