La sopa de calabaza especiada es un plato clásico del otoño, reconfortante y lleno de aromas. Muy popular en la cocina internacional, combina la dulzura natural de la calabaza con un toque de especias cálidas como la canela, la nuez moscada o el jengibre. Su textura cremosa y su sabor delicado hacen que sea una opción ideal tanto como primer plato en una comida festiva como para una cena ligera y nutritiva en casa.
4 personas – Preparación: 15 min – Cocción: 30 min – Total: 45 min
INGREDIENTES
- 1 kg de calabaza (tipo violín o potimarrón)
- 1 cebolla grande
- 2 zanahorias medianas
- 2 dientes de ajo
- 750 ml de caldo de verduras
- 200 ml de leche de coco (opcional, para una textura más cremosa)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- ½ cucharadita de canela molida
- ½ cucharadita de nuez moscada
- Sal y pimienta negra al gusto
- Semillas de calabaza y un chorrito de nata o leche de coco para decorar
PREPARACIÓN
Pelamos y cortamos la calabaza en dados medianos. Picamos la cebolla, las zanahorias y los ajos.
En una olla grande calentamos el aceite de oliva y sofreímos la cebolla, las zanahorias y el ajo hasta que estén tiernos. Añadimos la calabaza y las especias (jengibre, canela, nuez moscada), removiendo para que se impregnen bien.
Vertemos el caldo de verduras caliente y cocinamos a fuego medio durante unos 25-30 minutos, hasta que la calabaza esté blanda. Retiramos del fuego y trituramos todo con una batidora de mano o de vaso, hasta obtener una textura cremosa y homogénea.
Si queremos una sopa aún más suave y aterciopelada, incorporamos la leche de coco y mezclamos bien. Rectificamos de sal y pimienta al gusto.
Servimos la sopa caliente en cuencos, decorada con un chorrito de nata o leche de coco y unas semillas de calabaza tostadas para aportar contraste y textura.
