Este pastel de patata y queso al horno es una receta reconfortante y deliciosa que combina la suavidad de las patatas con el sabor cremoso de los quesos fundidos y el jamón cocido. Inspirado en la tradición de los gratinados, este plato es perfecto para acompañar carnes o para disfrutar solo, con una textura que se derrite en la boca y un aroma irresistible de especias como la nuez moscada y el orégano. Ideal para una comida en familia o una cena especial, el pastel de patata y queso es un clásico que gusta a todos y aporta calidez en cualquier época del año.
Para 4-6 personas
Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Total: 50 minutos
Ingredientes:
- 1 kg de patatas
- 1 diente de ajo
- Mantequilla para untar el molde
- 200g de queso fontina en dados (o el queso de tu preferencia)
- 100g de queso gruyère en dados
- 100g de jamón cocido en tiras
- 250 ml de nata para cocinar
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de pimienta negra
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de nuez moscada
- 1 cucharadita de orégano seco
Preparación:
Comienza cociendo las patatas sin pelar en una olla con abundante agua durante unos 20 minutos, hasta que estén tiernas. Escúrrelas, déjalas enfriar y, cuando estén manejables, pélalas y córtalas en rodajas muy finas.
Mientras, en una sartén, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Parte el diente de ajo por la mitad y dóralo en el aceite caliente para que infunda su sabor. Añade la nata a la sartén, junto con la sal, la pimienta, la nuez moscada y el orégano. Remueve bien para integrar todos los sabores y reserva.
Precalienta el horno a 200 ºC. Unta con mantequilla un molde apto para horno.
En el molde, coloca una capa de rodajas de patata en la base. Sobre ella, distribuye una capa de la mezcla de quesos en dados y unas tiras de jamón cocido. Cubre con otra capa de patatas y repite el proceso, terminando con una última capa de patatas.
Vierte la mezcla de nata y especias sobre la última capa de patatas, asegurándote de que se distribuya bien para impregnar todas las capas del pastel.
Hornea el pastel de patata durante unos 30 minutos, o hasta que las patatas estén completamente cocidas y el queso esté dorado y burbujeante.
Apaga el horno y deja reposar unos minutos antes de servir. Este pastel de patata y queso es ideal como acompañamiento o plato principal, con su textura cremosa y sabor reconfortante.
