Los raviolis, originarios de Italia, son una de las joyas más antiguas de la gastronomía mediterránea. Esta versión, inspirada en la rica cocina napolitana, combina sabores tradicionales con un toque reconfortante. Nápoles es conocida por su amor a la pasta y sus salsas llenas de carácter, y esta receta no es la excepción. Los raviolis rellenos de ricota, jamón y especias, bañados en una salsa de tomate suave y espolvoreados con queso parmesano, te transportarán directamente al corazón de esta vibrante región. Perfectos para una comida familiar o para sorprender a los invitados con una auténtica experiencia italiana.

Para 6 personas
Tiempo de preparación: 30 minutos
Tiempo de cocción: 15-20 minutos
Total: 50 minutos

Ingredientes

• 300g de pasta fresca
• 100g de queso ricota
• 1 huevo ligeramente batido
• 1 manojo de perejil picado
• 1 cucharadita de pimienta negra molida
• 1 cucharadita de nuez moscada molida
• 1 pizca de sal
• 100g de queso parmesano recién rallado (más un poco más para aderezar)
• 100g de jamón cocido en taquitos pequeños
• 120g de salsa de tomate
• 100g de queso mozzarella fresca

Preparación:

En un cuenco, bate el queso ricota con una cuchara de madera, si es posible, para lograr una textura suave. Añade el perejil picado, la pimienta, la sal, la nuez moscada, el huevo, el queso parmesano, el jamón y la mozzarella, mezclando bien todos los ingredientes para obtener un relleno consistente.

Extiende la pasta fresca con un rodillo sobre una superficie plana y ligeramente enharinada. Coloca pequeños montones del relleno sobre la mitad de la pasta. Luego, cubre los montones de relleno con la otra mitad de la pasta fresca. Con la ayuda de un cortapastas o un cuchillo, corta y sella bien los raviolis, presionando los bordes para asegurarte de que queden bien cerrados.

Pon a calentar una olla con abundante agua con sal a fuego alto. Cuando el agua esté hirviendo, añade los raviolis y cuécelos durante 15-20 minutos, hasta que estén al dente. Escúrrelos bien usando un colador.

Sirve los raviolis calientes, mezclados con la salsa de tomate, y añade un poco más de queso parmesano recién rallado por encima antes de servir.